viernes, 6 de febrero de 2009

Con las nubes como compañeras.

Saritísima, sí me atreveré jeje y te lo dedico, por la labor que haces tú y personas como tú que dejáis al margen vuestros problemas y sonreís, pese a todo sonreís.
Siempre he querido saber que pensaría el personal de vuelo, cuando comienzan a llegar los viajeros y según van entrando en el avión les reciben con una sonrisa.
Cuando me toca entrar a mí saludo amablemente, agradeciendo la amplia sonrisa de la azafata y pienso que probablemente tenga un mal día y esté pensando que malditas las ganas de sonreír a tanta gente.
Mi primer vuelo fue horrible, teniendo en cuenta que tengo claustrofobia, no podía hacerme a la idea de estar una hora metida en un sitio cerrado sin poder salir. Porque es ese el problema que tengo, no me da miedo a tener un accidente, el miedo lo tengo a mi misma. Qué ocurriría si me pasa algo, si me mareo, si..... ahí metida no puedo salir, no puedo parar la máquina y bajarme y eso mismo me crea ansiedad y pánico.
La primera reacción cuando me dijeron que iba a volar fue negarme, pero si hay algo que funciona en mí es el espíritu de contradicción. Me da pánico, todos esperan que no coja el vuelo, pues directa a volar, eso sí, aquel día hacía viento, lluvia...y yo pensaba "ojala no salga el avión" pero salió y volé, llorando todo el viaje a moco tendido pero volé y por cierto atendí a todas las indicaciones que nos dieron y pasé vergüenza cuando la gente aplaudió al llegar, que soy un poco vergonzosa para esas cosas.
Después de esta primera vez he volado bastantes más. Sin duda la más difícil fue la primera vez que volaba sola. Viajaba a conocer a Tortu, lo que ya era un primer punto de nerviosismo a mi favor y en el avión iba a estar sola, pensaba que haría si me ponía nerviosa, bueno más nerviosa de lo que estaba. Atacada de los nervios contaba las horas que me faltaban para coger el avión, me senté a la mesa intentando comer algo cuando recibo una llamada de teléfono. Era una amiga que estaba fuera de vacaciones y había oído que un avión había tenido un accidente y como no sabía cuando lo cogía yo pues para quedarse más tranquila. Creía que era una broma, porque todos conocen mi pánico a volar pero por desgracia no lo era.
Encendí la televisión y confirmé mis peores temores, era cierto. Todavía no daban víctimas mortales pero sólo con conocer el accidente ya era horrible. Apagué la tele y no la volví a encender, no quería saber nada, mi pánico aumentaba de tal manera que ni probar bocado hice.
Sopesé muy seriamente la posibilidad de no volar y por un momento hasta decidí seriamente no hacerlo. Pero mi cabeza tenía algo más fuerte que todo el pánico y terror que pudiera acumularse en aquellos momentos y era que la conocería.
Volé, el 20 de agosto volé, conmigo subieron al avión los nervios y el miedo del vuelo, de conocerle, del accidente, de ir sola, del recuerdo de la muerte de mi madre, porque por esas casualidades de la vida era su aniversario.
Subí al avión muy nerviosa y agradecí la sonrisa de la azafata, busqué mi asiento, dejé colocadas mis cosas y me senté. Me até el cinturón y esperé a que dieran las instrucciones pertinentes. Para mi sorpresa hice un vuelo fabuloso, impaciente por llegar,disfruté de la noche, con una vista del lugar iluminado magnífica. Y por cierto, cada poco tiempo miraba a las azafatas su cara, y sobre todo sus ojos, esperando ver en ellas la tranquilidad que yo necesitaba.
Agradecí su trabajo y su amabilidad que no sé muy bien, si son conscientes de que con ello me dieron la confianza necesaria para hacer un buen vuelo.
Unos cuantos más he realizado y tengo que confesar que me he ido acostumbrando y que el pánico se ha convertido en los nervios típicos de cualquier viaje sea en tren, bus o coche. Que disfruto del vuelo porque soy capaz de relajarme y allí arriba si que hay algo que inspira. Será el pensar que estas en las nubes?

24 comentarios:

  1. Pues si algun dia vienes a Canada, te tocara cruzar el atlantico y comerte unas 8 horas de vuelo. jejeje.

    ResponderEliminar
  2. Lo conseguiré, ya lo verás. Eso sí, pasaré el tiempo escribiendo alguna historia jeje.

    ResponderEliminar
  3. Yo te puedo responder a esa pregunta desde el punto de vista personal ya que me dedique a ese tan valiente y agotador trabajo. Que se le pasa a una azafata o sobrecargo por la cabeza cuando ve a los pasajeros desfilar de uno en uno haciendose paso para encontrar su asiento?
    Mi pensamiento era. Bueno un dia mas y a ver que petardo se luce hoy con el alcohol...eran vuelos internacionales los que yo hacia. pero mi sonrisa nunca paro de salir de mi boca es unamanera de dar seguridad a los pasajeros.

    ResponderEliminar
  4. Una vez volví de Londres con un grupo que venía a un partido, como bebían los tios y la guerra que dieron.
    La verdad que paciencia tenéis.

    ResponderEliminar
  5. “Pues claro, si hay q hacerlo se hace”... asi me gusta... jeje pero aunq no era ninguna obligacion... la verdad es q se agradece... y mucho... leer este post. Yo la verdad es q admiro a quienes son capaces, como tu, d hacer frente a sus miedos y con ello consiguen no limitar su vida; de hecho, atender este tipo d personas, siempre fue para mi una maxima. Si a esto le añades el dia q, precisamente, fue tu “bautismo” lo menos q puedo hacer es, a falta d sombrero, quitarme el pañuelo: como ya lo explique en el blog, a mi me costo infinitamente mas trabajo volver a subir a las alturas... tal vez sea q unos tienen mas valor q otros... o quiza no todos teniamos una “tortuguita” esperando jeje.

    Me alegra muchisimo saber q aquel vuelo fue el definitivo para “darte alas” y haber conseguido plena normalidad en los posteriores. Yo creo q si... q estar cerca del cielo inspira... en cierto modo... y para la proxima, con una libreta, directamente nos haces abrir la boca: claro... q tu no lo necesitas jeje. Un besote fuerte

    ResponderEliminar
  6. yo tambien sufro claustrofobia! =S

    ResponderEliminar
  7. Saritisima: No es obligación, te lo aseguro. Y también te aseguro que valor no, que no soy nada valiente pero la ilusión con que hago las cosas y mi cabezonería sobre todo me ayudan. Si supieras las cosas que he hecho temblando, pero como decía mi amatxo, MH si tu quieres, puedes y aunque no lo consigas, sólo con haberte atrevido y haberlo intentado ya lo has logrado.
    Un muxu grandote.

    Pao: Y que mal se pasa verdad?

    ResponderEliminar
  8. Me acojonaron tanto en mi primer vuelo, que cuando vi que no era nada le perdí todo el miedo. He tenido que redespegar cuando estábamos aterrizando, han desviado mi vuelo, he aterrizado en tormenta... Y pese al miedo del momento, sigo haciéndolo...

    Biquiños.

    ResponderEliminar
  9. Los miedos se superan cuando algo mas fuerte se apodera de ellos y dejan de existir.
    Besos

    ResponderEliminar
  10. En verdad hay que admirar arduo trabajo de las pobres... tan importarte es sonreir no? tanto que a ti te dio una dosis de seguridad y tranquilidad... lo que hace un solo gesto aunque hay que ameritar tambien la causa del viaje asi hata la luna me animo... besos preciosa...

    ResponderEliminar
  11. Hya tantos trabajos que no nos damos cuenta de lo difíciles que son!!!! Los de cara al público los que más. Lo debiste de pasar fatal ese día entre tu miedo y los recuerdos... fuiste muy valiente!

    ResponderEliminar
  12. Soy un incosciente que no le tiene miedo a nada por pura Chorlitez, está claro que si todos suben... Que mala baba llamarte para ver si ibas en el vuelo accidentado, si no respondes...si respondes...en cualquier caso hay una desazón para alguien, otra con chorlitismo, me refiro a tu luctuosa amiga.
    Un abrazo, y sigue superando miedos, yo seguiré buscandolos.

    ResponderEliminar
  13. Qué bueno MH, no sabía de tu miedo a los aviones, guapo que lo estés superado, nada mejor que superar miedos. Yo en las nubes siempre he estado, pero volar sólo volé en el interrail, y mi primer viaje lo pasé bomba, jeje eso de sentir que estás en el aire, el despegue.. De hecho tengo ganas de hacer un vuelo, jue, a mi todos los viajes me gustan, pero el de avión, aunque corto, tiene un buen rollo, y encima uno se siente especial al estar en el aeropuerto, que si registro, que si distintas salas antes del despegue... como una película, vamos XD

    ResponderEliminar
  14. Any: Yo también he aterrizado en tormenta, se movía el avión que no veas, aquel viaje llevé la cabeza pegada al asiento, vamos no menee ni las pestañas XDDDDD

    canby: Es cierto, hay ocasiones que algo más fuerte puede con ellos, en este caso así fue.

    Veratz: Ya te digo que si tienen que aguantar,que sube cada un@ que da una guerra.
    Sabes cuanta razón tienes con la importancia de una sonrisa, mi ra que lo he escrito pero me has hecho ser´completamente consciente de ello. Lo intentaré con todas mis fuerzas.

    Lagrima: Trabajo de cara al público así que lo entiendo perfectamente, igual por eso valoramos más el trabajo de los demás que también lo estan.
    Si lo pasé mal pero el premio fue estupendo jeje.

    Joako: Tú sigue con la chorlitez y aver si se me pega algo a mí, que yo soy de las que me da miedo todo, menos mal que mi cabezonería gana al miedo XDDDDDDD

    Julián: Tú en las nubes? no, en serio? jajajajaja. Que mala soy, menos mal que me dejas ser un poco mala contigo juas juas.

    ResponderEliminar
  15. terapia de choque, es lo mejor. O lo superas o mueres en el intento.

    Un saludo!

    ResponderEliminar
  16. Hola MH, lo importante es que te has armado de valor y te has subido al avión, a pesar de las circunstancias.... y que vengan muchas más.
    La superanción de estas pequeñas cosas es loq ue nos hace crecer.
    Yo en 2002 tuve un accidente de trafico que casi me manda para el otro barrio. Puedes suponer lo que fue volver a subirme en eun coche y coger el volante..... pero hay que hecerlo y lo he hecho.... como tú dices, si hay que hacer se hace
    besos

    ResponderEliminar
  17. Soyborderline: Lo superé jeje menos mal.

    Calpurnia: Dí que sí, si hay que hacer se hace.
    Muxux a las dos

    ResponderEliminar
  18. pero si montar en avión es genial! lo mejor es no pararse a pensar en cosas que es taaan difícil que te pasen, y ponerte musiquita, o leer, o charlar con el que tienes codo con codo... o irse al wc con alguien jaja! yo tuve que volar al día siguiente del horrible accidente, tb con spanair, y miedo es lo que menos sentía, solo una tristeza así de grande por lo que había ocurrido. HAY QUE VIAJAR!

    ResponderEliminar
  19. es que el peor miedo, es el miedo a una misma

    ResponderEliminar
  20. me gustan las nubes y la sensación de que soy pequeña pero tengo las nubes ahí! me gustaría tocarlas eso sí que sería genial! como Heidi!

    ResponderEliminar
  21. Hormiga: Con Spanair volví, cerré los ojos y me dormí, que raro jeje, así que no me enteré mucho.

    Una más: Te aseguro que sí y el más difícil de superar.

    Ex: Cuando ves las nubes piensas que tienen que ser como un algodón pero en realidad notas la humedad que hay en ellas. Cuando subes al monte, a una cierta altura ya si la niebla se mete, lo sientes, son como gotitas de agua muy finas en la cara.
    De pequeña me llamaban Heidi jeje porque siempre estaba colorada y mi pelo era negro y corto, ahora ya me pongo menos roja o eso creo XDDDDDDD

    ResponderEliminar
  22. Yo no es que tenga miedo pero me agobio, un simple puente aéreo se me hace eterno y eso que tuve mi época que quería ser azafata..menos mal q no di la altura :P
    Besoos

    ResponderEliminar
  23. Bueno yo sólo he montado una vez en avión... Bueno, dos, contando la vuelta, claro...
    Tengo también un poco de claustrofobia, pero la verdad es que soy bastante miedica en lo que a accidentes se refiere... Si me da miedo el coche, un avión ya ni te digo...
    Pero, como tú muy bien dices, "Si hay que hacerlo, se hace" ;)

    Besos!

    ResponderEliminar