Desde la ciudad,19, febrero, 2010
Querida amiga:
No sé cómo fue que dejé de escribirte, pero no quiero que pase más tiempo sin hacerlo. Han pasado muchas cosas desde la última vez que te conté, tantas que son demasiadas para una carta. Así que lo mejor será que de momento sepas que ya nada es como antes, que todo ha cambiado, a pesar de que aparentemente todo parezca seguir igual. Ya poco a poco irás viendo la diferencia, lo que he dejado atrás y todo lo que hay de nuevo en mi vida.
Si quieres saber si es bueno o malo, no puedo decírtelo mejor será que lo juzgues por ti misma. Tal vez no te agrade lo que veas pero es el camino que deseo tomar con mucho miedo e inseguridad porque si te soy sincera la niebla lo cubre todo y no veo donde piso. Despacito seguiré caminando. Te diré también que en este andar no estoy sola, voy apretando muy fuerte una mano. Es de alguien que me ama y que no soltará aunque tropiece y caiga.
Caer, dije caer. Me asusta pronunciarlo, me asusta oírlo, incluso pensarlo. Tantas veces han sido ya, tan duras las caídas que me siento dolorida. He de reconocer que estos últimos días, me da la impresión de estar a un palmo de volver hacerlo. Y me pregunto: ¿querré levantarme si vuelvo a caer? sé que ella no dejará que me quede ahí, pero y yo ¿querré levantarme? No tengo respuesta.
Bueno, de momento lo dejaremos aquí, pero pronto volveré a escribirte. No deseo que pase tanto tiempo. Espero saber pronto de ti.
Un abrazo muy fuerte.
MH