Hip hip pero no hurra

Y después de que "anónimo conocido" entrara en acción y tocara los ovarios un número incontable de veces, sin compasión alguna, me tome una tila por eso de la relajación y por comprobar que hacía efecto, me comí también unos crackers, aunque había cenado ya, más que nada era ansiedad y entonces apareció. Empecé a dar botecitos, saltitos sobre mi silla sin poder parar, "hip" "hip". Algo molesto sí, pero no me hubiese importado demasiado si no fuese porque estaba hablando por messenger con la cam puesta, lo que quiere decir que quien tenía enfrente veía una "igel verdea" (rana autóctona de Donosti, más concretamente del monte Igeldo) que daba saltitos en la pantalla.

Ridículo sí, eso mismo pensé yo además de terminar agotada de tanto bote. Yo no me reí pero mi interlocutora sí. La verdad que el horno no estaba para bollos y aunque intentaba esbozar en mi una sonrisa, hasta la media mueca que asomaba por la mañana ya había desaparecido. Todo el mérito fue de mi gran amigo "anónimo conocido" Así que desde aquí darle las gracias por el p*t* hipo, las p*t*s lágrimas y el p*t* dolor de estomago y de brazo que se me puso.

Y ah! se me olvidaba, sobre todo por joderme una vez más la p*t* vida.