En la terraza sentada con mis libros, comienza a llover. Unas gotas caen sueltas, el cielo se torna gris oscuro, las nubes cerradas. Huele a lluvia y de pronto la tormenta.
Las gotas cada vez más gruesas, más rápidas, más, más, más, es una cortina de agua.
Pum! eso no es una gota, un granizo sí, dos, tres...... se ve todo blanco. El ruido es ensordecedor, parece que vaya a estallar el cristal que cubre mi cabeza, pero no se romperá, tiene una malla metálica.
Un rayo muy cerca, vuelve loco al ordenador y las pantallas se abren sin control. Mi mano no puede correr más, quiero atrapar este momento, que no se escape, fotografiarlo con mis letras.
Los truenos suenan más lejanos y el ruido desciende igual que la intensidad. La lluvia vuelve a ser fina, delicada. Todo queda en calma.
Me gusta este olor a lluvia, estar aquí fuera y sentir como llega la tormenta y como se aleja. Pienso en el mar, en cómo estará. Seguro de un oscuro tan profundo que ni siquiera podría distinguir el color. Pequeños picos de olas explican su nerviosismo. Hablan rápido, con grititos, sin escucharse entre ellas, hablan todas a la vez.
¡SILENCIO! ¡OS QUERÉIS CALLAR!
Hay alguien que grita más que vosotras. Ahí está, una ola de espuma blanca sube alta, fuerte, robusta, chocando contra las rocas. Con descaro abandona su lugar, adentrándose en mi terreno. Que loca, quiere investigar, saber que hay más allá, sin entender que morirá, caerá sobre el asfalto y ya no regresará a su mar.
Yo me he levantado a las 8.15 porque parecía que el granizo estaba cayendo en mi cabeza. Cuando he terminado de desayunar... ha dejado de caer...
ResponderEliminaraqui ando...reportando existencia...y como me pusiste, si, por ahi viene la charla! pero me preocupa molestarte, no quiero hacerlo!!!!
ResponderEliminarDe lo mejor que has escrito.
ResponderEliminarEso o me ha llegado por algo en concreto, quizás porque adoro el mar y en él encuentro siempre la calma. Tal vez es que para mí vivir sin mar, es echarlo de menos todos los días.
besos
Pues hoy no he salido de casa, así que no he visto como está la mar. Pero imagino ese color gris oscuro, porque la tormenta pasó por aquí primero.
ResponderEliminarMe gusta mucho la forma en que me has llevado a contemplar no solo la calma sino tambien admirar el encanto de la tormenta y como puede lograr hacerte parate de ella... y la mezcla que le has dado incluyendo la complejidad del mar...
ResponderEliminarGracias niña por hacernos parte de tu forma de ver las cosas
Ya te lo dije, estaremos mirando con cuidado. OJO. OJO. jejeje
ResponderEliminarQue maravilla como has plasmado la tormenta.
ResponderEliminarLa verdad que parecia que caian cubos de hielo enteros. Y la mampara del tejado de casa parecia que iba a estallar.
Mi perro no paraba de ladrar y yo me asusté con un trueno.
un besito dulce
Pos venga, no voy a ser menos y repito como l resto que es un escrito precioso.
ResponderEliminarDA sensación de calma, esa imagen de estar contemplando como cae el agua, que evoca el agua del mar....
Aquí no ha caido granizo, pero se nota que en breve lloverá, hace frío y se huele en el aire...
Buena tambien la q nos cayo el otro dia en los madriles... la diferencia q alli las unicas olas q rompian eran las q provocaban los coches en los charcos. Besos pasados por agua
ResponderEliminarYo quiero vivir al lado del mar ¬¬...
ResponderEliminarBesotes, arquera!!
me encantan las tormentas ya lo sabes, supongo que me hace pensar que todo esta vivo, no se explicarlo :)
ResponderEliminarBesos
mmmmm, huelo a tierra mojada...precioso!
ResponderEliminarCuando una está bien refugiada, una tormenta de esas características puede ser un espectáculo en toda regla.
ResponderEliminarque hermoso como lo redactaste te juro que hasta veia las imagenes en mi cabeza...adoro el olor a lluvia...adoro la lluvia muy lindo tu post besotes
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