Por suerte, hoy el sol se ha quedado escondido tras las nubes que han cubierto la ciudad durante todo el día. La temperatura ha bajado y daba gusto pasear por la playa. El baño no ha sido posible, está lleno de medusas y es que el agua parece la sopa de Mafalda.
Aprovechando el tiempo me he aventurado a hacer limpieza en el cajón de los recuerdos que es como le llamo, porque ahí guardo de todo, menos mal que no es grande. Y precisamente como no es grande, hay que tirar cosas de vez en cuando.
He encontrado servilletas de papel, trozos mal cortados de folios, tickets de autobús, de la compra, del cine.... con esas cosas mías que se me ocurren a todas horas y que me da por apuntar. Algunas sin más. pero otras...de vez en cuando se me enciende la luz jajjaaja.
También han salido tres pares de gafas de sol de una época prehistórica; billetes y entradas de todos los sitios que visito; mi colección de abanicos, que comencé hace mucho pero que no he continuado, debe ser que no veo ninguno que me guste, porque yo me pregunto que cojona estaría pensando con la última adquisición. Nada más y nada menos que un abanico-sombrero, comprado en port-aventura, más me valdría haber cojido el pareo, pero eso!...mi cerebro debía estar achicharrado por el sol porque no lo comprendo; otra de las cosas que he encontrado son dos de las plumas de la colección, que no se porqué estaban fuera de su sitio.
Ahora las colecciones las tengo limitadas a los relojes y las plumas pero antes tenía una afición tremenda a coleccionar, sin embargo, a no seguir pasado un tiempo con ninguna. Así tengo en el trastero la de sombreros, que fue la primera que comencé, los tengo de todos los tipos, pero todos absolutamente todos de caballero, extraño no? jajajaaja
La afición por los libros no lo considero coleccionar y esta temporada que la economía está resentida tiro mucho de biblioteca. Creo que ahora que estoy de vacaciones, voy a volver a contarlos y ponerlos un poco en orden. Hace como tres años tenía repartidos por todas las estanterías de la casa, algo así como setecientos veinti algo, no recuerdo bien el pico, hay hasta alguno de la librería de mis abuelos, teniendo en cuenta que dicha librería les fue confiscada por los nacionales cuando comenzó la guerra civil, los libros tienen cierta antiguedad. Si algo agradezco a mi madre es que me los regalara. Pero bueno no sigo hablando de los libros que me alargo y esto ya es otra historia que algún día os contaré.
PD.: MR, ya tienes un post más largo, es que tanto relax, ni escribir XDDD